Carolina Marín se ha propuesto responder a una pregunta que le ha hecho Toyota, uno de los patrocinadores principales del Comité Olímpico Internacional y de los Juegos Olímpicos: ¿es posible golpear un volante de bádminton a la impensable velocidad de 500 km/h?
Ese es uno de los próximos grandes retos de este deporte. En condiciones de partido, el récord conseguido es de 426 km/h, aunque en otras mediciones se ha llegado a mayores velocidades. Todo depende de diferentes factores, como la potencia física del deportista obviamente, pero también de las características de la raqueta o del propio volante, que ahora se usan con plumas de patos y en un futuro próximo empezarán a usarse plumas sintéticas, o el propio momento del golpeo.
En la extensa entrevista para el Olympic Channel, Marín explica los entresijos de su deporte. Por ejemplo, que cada jugador tiene una raqueta personalizada y que a ella le gusta más que "pese la cabeza" y que "el centro sea flexible", con el objetivo de conseguir más potencia.
En ese sentido, Marín admite que se podrá llegar a esos 500 km/h. "Es posible, teniendo un buen físico, un timing con el volante y que en el momento en el que el volante sale de la raqueta, es el momento más rápido de un partido de bádminton", asegura.
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